TOMA DE CRISTO

Según lo pide el  Sagrado Concilio Vaticano II, desde su llegada, se ayuda a las Señoritas a prender poco a poco y con prudencia , a verlo todo, a juzgarlo todo y hacerlo todo a la luz de la fe, fomentando los valores humanos sobe todo de la convivencia fraterna, de la cooperación y del dialogo. Se hace todo lo posible para que creciendo en el amor de Dios se encienda en sus corazones el celo por extender su reinado en las almas aún a costa de cualquier sacrificio   comenzando por su familia, colonia, pueblo y Parroquia. Después de esta formación hasta donde es posible, las Señoritas en una Ceremonia muy emotiva, reciben de manos del Señor Obispo de la Diócesis, un Crucifijo que las identifica como “Apóstoles Seglares” y les da la misión de evangelizar. Durante el curso tienen las alumnas una breve experiencia misional trabajando por equipos bajo la supervisión de las Misioneras de San Juan Bautista, que tienen por objeto avivar la vida cristiana promover vocaciones para el Apostolado Seglar, sensibilizar a las señoritas frente a las necesidades de los pueblos y hacer que regresen a sus comunidades con ardientes deseos de trabajar.